Siempre tuve un defecto, no se decir que no y pasadas las cuatro mi cara era un error
entrancada como una idiota fui para poder sobrevivir a la agonía de la noche, a la desdicha de sentirme un mercenario del alcohol
y alejarme entre los gritos y los tragos otra vez solo, un perdedor
Salimos de aquella histeria hacia otro lugar huyendo de los colmillos de la soledad
regalada, ofrecí el sabor de aquellos que en albergues se hacen tibios y
no llegan al orgasmo ganador
Me quede dormido, no existe peor remedio que la enfermedad fin del turno, lo molesto
a este animal nocturno la mañana lo encontró al huir sin higado, sin pecho y sin amor
Fue ahi que comprobe que siempre puede haber algo mejor
fue así que comprobe que la angustia es prima de la desolación
y que a veces, tal vez, estar solo es mejor y que al cielo no se llega nunca de a dos.
16 abril 2010
Algo peor, algo mejor
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